UNA PEQUEÑA COSITA LLAMADA.... EMBARAZO

Casi nadie lo comenta, todas las mujeres dicen que es una bendición. Definitivamente es una bendición, es uno de los milagros más impresionantes de la vida pero no dejan de sacarme de onda toooodos los procesos por los que pasa una mujer durante los 9 meses que dura un embarazo.

Lo primero que sentí y lo que me hizo estar casi segura de que estaba embarazada, fue que en las primeras semanas (si no es que la primera semana) de embarazo me sentí taaaan pero taaan triste (ya lo había sentido con mi 1er embarazo), me daban ganas de llorar casi todo el día, con cualquier cosa que oía o veía en la tele me daban pucheros.

Después vinieron las náuseas, hijole, ya he hablado de ellas, son horribles. No hay nada más que decir.

Pero he pasado por cosas (apenas llevo 15 semanas de embarazo) que me han sacado mucho de onda. La que me ha costado más trabajo de aceptar es el hecho de que NO PUEDO ESCRIBIR. No saben el trabajo que me cuesta sentarme a contarles algo. No se me ocurre nada chistoso, se me olvidan las palabras, me pongo demasiado emocional, muy seria. No sé, no soy yo. ¡El fin de semana antepasado fuimos a nadar con el tiburón ballena y ni les conté!

No crean que los he olvidado, no crean que no siento necesidad de escribir, solo que me meto al blog, empiezo un escrito, lo borro a la mitad, empiezo otro, lo vuelvo a borrar. De plano no me sale.

De todas formas seguiré intentando escribirles al menos de los procesos que estoy viviendo con este embarazo. Ya me empiezo a sentir mejor.

Por cierto, mis hermanas decidieron que Cleto podría ser mujer y por lo tanto ya no le debería de llamar así porque dicen que la voy a volver una massshorra (como dicen en mi tierra: con "sh"). Así que como no le quiero cambiar el nombre, porque no le puedes cambiar el nombre a tu bb a la mitad del proceso, pues de ahora en adelante se llamará Clet@ (se pronuncia Clet). Jajajajajaaa... un poco más unisex, ¿no creen?

Así que, desde los primeros días de su vida esta personita ya me está haciendo ver de las mías. No me quiero ni imaginar (con los genes que tiene) cómo me la voy a pasar cuando ya ande caminando y haciendo travesuras. Dios me libre.